AJN.- A la sombra de las tensiones en la frontera entre Egipto y las advertencias sobre otro atentado que provendría del Sinaí llegaron las ocho primeras familias a la localidad de Shlomit, a 700 metros de las posiciones militares egipcias.
Una nueva localidad fue establecida en el Consejo Regional Eshkol, a menos de medio kilómetro de la frontera con Egipto. Las primeras ocho familias llegaron a la nueva localidad -llamada Shlomit- y hasta fines de diciembre se les sumarán otras diecisiete, todas de un mismo grupo.
La mayoría de las familias de Shlomit están compuestas por egresados del programa premilitar “Otzem” y todas las parejas son jóvenes, con uno o más hijos, que terminaron el ejército y pertenecen a la corriente nacional-religiosa. La llegada al terreno fue coordinada con el ejército, ante el contexto de advertencias acerca de la intención de terroristas de volver a entrar a Israel desde el Sinaí y llevar a cabo un atentado en la zona fronteriza.
La situación de seguridad en absoluto les impidió radicarse allí: “La seguridad es la última cuestión que nos preocupa. De afuera suena ridículo, pero así es. El desarrollo de la localidad y la pregunta acerca de cómo convertimos lo que hay aquí en agricultura, calidad de vida y sionismo es lo que nos interesa”, dice el secretario de la comunidad, Ajikam Gatz
Por ahora, las familias vivirán en estructuras prefabricadas (foto), y pronto el Ministerio de Vivienda comenzará a preparar el terreno para construir allí viviendas permanentes.
La intención es conformar una comunidad de unas 500 familias, que incluya un centro comercial, una zona industrial e instituciones educativas.
La localidad fue establecida por el Consejo Regional Eshkol, con la ayuda del movimiento “Amaná”, el Ministerio para el Desarrollo del Negev y la Galilea y la Unidad de Radicación del Ministerio de Defensa.
El titular del consejo, Jaím Ielin, dijo que “los residentes de Shlomit son un ejemplo para las personas que aprecian la calidad de vida del Negev, y del consejo en particular. El aire limpio y la enseñanza de valores superan a los riesgos de seguridad, y la prueba es que más y más familias llegan a la región y pueblan las localidades, y es difícil encontrar departamentos en alquiler”.